Ir al Café Literario siempre es un deleite caliente y espumoso. El efecto que encuentras en las personas que asisten solo por el placer de cultivarse, solo por el placer de sentarse, tomar un café y mirar a tu alrededor y no ver más que personas a las que aprecias. Leer conjuntamente, compartir, reír con el autor aunque esté presente o no.
El Café Literario son las experiencias compartidas, las lágrimas derramadas, la nostalgia, las galletas. Es la oportunidad de conocer gente nueva, de conocer escritores, de conocer nuevos libros, de conocerte.
Algunos de nuestros compañeros nos preguntan ¿Qué hacen en el Café Literario? Nosotros no podemos limitarnos a decir: leer; no sería verdad, así es que lo que contestamos a menudo es: “Hacemos algo diferente cada miércoles”.
Últimamente la biblioteca se ha lucido con varios escritores, como lo es Luis Norberto Laurenco, Carlos Vallín, Diego Alejandro y Beatriz Fuentes.
El día miércoles 25 de junio estuvo nuevamente con nosotros la escritora jalisciense Beatriz Fuentes. Hubo un cálido saludo y después, en coordinación con la Mtra. Vicky, dimos lectura al libro “La niña del canal”. Una historia conmovedora que nos narra la vida de Sara, quien sufre de acoso sexual por parte de un profesor de dibujo. Vive con sus padres, quienes en muchas ocasiones no la comprenden, ni la escuchan y quien más la comprende en su pequeño mundo es su maestra, quien tiene un pasado muy similar. Eso hace que ella cree una conexión con su alumna y debido a las señales de alarma que ella muestra pueda ayudarla antes de que la perpetren por completo. Un libro que sin duda te pone a pensar y así lo hizo. Muchas personas argumentaban lo que creían que iba a pasar, una de ellas (por cierto cabe mencionar, que era su primera vez asistiendo al café literario) estuvo muy cerca de lograrlo, otros tantos nos enfocamos en las conductas de los personajes y en la posible raíz de su comportamiento.
Al final hicimos una recuperación sobre lo que realmente nos deja estas experiencias y concluimos que es un libro que se puede apreciar desde distintas vertientes, como adolescente, maestro y padre de familia. Un libro realmente nunca se termina de leer, siempre su interpretación va a variar de acuerdo a la situación emocional que estemos viviendo.
Beatriz Fuentes nos dio unas palabras, en las que se tomó la molestia de destacar las cualidades de cada uno de nosotros y nos obsequió un bonito detalle para mostrar su agradecimiento.
Esto solo es una probadita de lo que se vive cada miércoles en la biblioteca de la Escuela Normal Superior de Jalisco, a la que sin duda están todos invitados.
Mariana Elizabeth Gómez Molina
Lackmi Sarai Larios Pantoja
Guadalajara, Jal., 18 de julio de 2014
